Los tratamientos de reproducción asistida (TRA) son una alternativa esperanzadora cuando una pareja encuentra dificultades al buscar embarazo, también cuando alguno de los miembros de la pareja tiene dificultades concretas de fertilidad o en casos de madres solteras.
Atravesar estos tratamientos conlleva un proceso emocional complejo que, más allá de la ilusión, también supone miedo, incertidumbre y altibajos.
En este artículo respondo a las preguntas más frecuentes sobre los tratamientos de fertilidad y te cuento cómo cuidar tu salud emocional durante este viaje.
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Cómo manejar el estrés en los tratamientos de reproducción asistida
¿Cuál es la parte más estresante de la FIV?
Tanto la FIV como el resto de tratamientos de reproducción asistida son complejos emocionalmente. Podríamos decir que cada fase tiene sus propios estresores, vamos a destacar algunas de ellas:
- La betaespera. La espera hasta saber si se ha conseguido embarazo es un periodo de mucha incertidumbre que puede generar mucho malestar.
- La estimulación hormonal. La rutina de los pinchazos, los cambios físicos y emocionales producidos por las hormonas y exponer el cuerpo a tantos procesos médicos.
- La función folicular. Al ser un procedimiento que se realiza bajo anestesia, la punción folicular puede despertar nerviosismo y miedo, sobre todo si es la primera vez.
- La transferencia embrionaria. Es un momento importante ya que el deseo de maternidad se «materializa» en el cuerpo.
- La toma de decisiones clínicas. Pueden despertar dudas, culpa, presión, o sensación de estar decidiendo “mal”. Es importante rodearse de profesionales que acompañen con empatía los miedos a tomar una u otra decisión.
- El temor al fracaso. La sensación de estar “apostándolo todo” y el miedo a que no funcione. Puede intensificarse si ha habido intentos previos sin éxito o si hay presión del entorno.
- Pérdidas gestacionales. Al dolor de la pérdida se suma el tener que retomar el tratamiento mientras la persona aún está en duelo. En el blog que escribí sobre el duelo perinatal te cuento cómo requiere de tiempo, apoyo y escucha para integrar la pérdida antes de seguir adelante.
- Haber pasado por varios ciclos que no han salido adelante. Generando desgaste, cansancio y frustración. En estos momentos es importante pedir ayuda si lo necesitas. Si es tu caso, nos encontrarás aquí para acompañarte en tu proceso.
Es importante dar espacio a todas las emociones que surjan en este proceso. Puede llegar a ser muy cansado pedirnos estar bien y optimistas siempre, ya que es un proceso con altibajos donde en ocasiones necesitaremos estar mal, llorar, frustrarnos o enfadarnos. Darte ese permiso está bien y es importante para poder ventilar y continuar con el proceso. También es importante pedir acompañamiento especializado si sientes que está siendo demasiado pesado.
¿Cómo relajarse durante el tratamiento de reproducción asistida?
Es importante que entendamos que vivir este proceso es de todo menos relajante. Es completamente normal experimentar una montaña rusa de emociones y que la ilusión conviva con el miedo, la incertidumbre y las dudas sobre si el proceso va a salir adelante. Por lo tanto, nadie espera que estés tranquila como si nada de esto estuviera pasando. Dicho esto, es bueno preguntarnos cómo podemos hacértelo más fácil y cómo podemos acompañarte, sabiendo que habrá altibajos, y que es normal.
¿Qué te suele ayudar a ti a manejar la incertidumbre? Muchas veces solemos buscar cosas que controlar. Hay personas que se centran en el trabajo, otras en la limpieza de la casa, otras en la alimentación o el deporte, etc. Pero muchas veces ese control es una manera de distraernos del malestar que nos provoca la incertidumbre.
Es verdad que tener una rutina sencilla y estable durante este periodo te ayudará a sentir que, aunque estás viviendo un momento de mucha incertidumbre, hay partes de tu vida que están estables y te sostienen. Pero ojo con querer controlar todo y volvernos rígidos con las rutinas. Esta rigidez muchas veces genera incluso más estrés. El proceso no va a ir peor porque seas flexible. Intenta cuidarte y seguir las recomendaciones médicas intentando también dar espacio a lo espontáneo y lo que te apetece.
Recuerda, no hay que hacerlo todo bien todo el tiempo. Puedes permitirte saltarte esa rutina si aquello que vas a hacer te ilusiona, te inspira y te ayuda a desconectar un poco todo el proceso. Tratarte con suavidad y amabilidad te ayudará en el proceso. Si quieres profundizar en cultivar esa amabilidad hacia ti misma, te recomiendo el blog que escribí hablando del cómo tratarnos cuando la vida aprieta.
Además, aquí tienes una pequeña lista con ideas que seguramente ya conoces añadiéndole esa dosis de flexibilidad:
- Mantener una rutina sencilla y estable.
- Intentar ser flexible y darte el permiso de no hacerlo todo perfecto (la alimentación, el ejercicio, las indicaciones).
- Entrar en contacto con el exterior, la naturaleza y el movimiento.
- Actividades de autocuidado que en otros momentos te hayan ayudado.
- Comer como necesites y descansar lo que te pida el cuerpo.
- Buscar momentos de desconexión emocional del proceso.
- Hacer alguna actividad de disfrute espontánea o que se salga de tu día a día.
¿Cómo prepararse mentalmente para la FIV?
Te respondo con otra pregunta: ¿existe una manera de prepararse para un tratamiento de reproducción asistida?
Por mucho que nos preparemos, la incertidumbre que rodea a todo el proceso hace que nos encontremos situaciones inesperadas. Por lo tanto, te ayudará cultivar la apertura hacia aquello que venga (tanto agradable como desagradable), asegurar una red de personas en las que apoyarte, realizar actividades que te den seguridad y bienestar en el día a día y tener una disposición a no juzgar aquello que vayas a sentir.
Entender que no va a ser un camino de rosas, saber que vendrán altibajos y establecer estrategias que sepas que te ayudarán en ese momento. Aceptar la incertidumbre y no intentar controlar todo el proceso es de las cosas que más pueden ayudarte.
Consejos para el estrés ante un tratamiento de fertilidad
Como decíamos, el estrés forma parte del proceso y no existen consejos mágicos que lo hagan desaparecer. Cuando las cosas nos importan, también nos inquietan. No hay cara A sin B, y cuando nos abrimos a sentir, lo sentimos todo, tanto la ilusión como el miedo.
Pero también sabemos que podemos crear estabilidad y maneras de acompañarnos para que ese estrés no nos sobrepase. Te doy algún ejemplo de mantener rutinas y estabilidad sin caer en el control excesivo:
- Establecer buenas bases de comunicación con tu pareja.
- Establecer límites con familia y amigos a la hora de hablar del proceso.
- Poner límites con la información que consumes sobre reproducción asistida.
- Buscar una red de apoyo.
- Buscar actividades que te inspiren y te ayuden a descentralizar el proceso de fertilidad.
- No pongas tu vida en pausa por completo.
- Poner tu valor como persona en el proceso y el resultado
- Valida y reconócete cada paso que das, incluso si parece pequeño.
- Busca apoyo emocional antes de sentir que “ya no puedes más”.
Como hemos dicho, esto es una carrera de fondo. De manera que, si necesitas que caminemos a tu lado para ayudarte a sostener todo este proceso, podrás encontrarnos en Tu Senda Psicología. Desde Tu Senda Psicología te acompañamos.
¿Cómo superar la ansiedad en un tratamiento de fertilidad?
No me gusta decir que la ansiedad se supera porque significa que, como es desagradable de sentir, nos la queremos quitar de en medio lo antes posible para que no nos haga daño. Y la realidad es que la ansiedad no viene a hacernos daño, viene a avisarnos de que algo nos está haciendo daño.
Si te duele la cabeza tras una larga jornada de trabajo, puede que tu cuerpo te esté indicando que has estado esforzándote muchas horas, mirando mucha pantalla y que quizás necesitarías descanso. No podemos pretender que la cabeza no te duela, porque te está trayendo una información muy valiosa. Tu cuerpo te está avisando de que te has metido un buen tute a trabajar y que eso no le viene bien. Tendrás que tomar medidas para atender esa necesidad de curación de tu cuerpo intentando tomarte más descansos, intentando dormir más horas o bajando el ritmo.
Es importante entender de donde viene la ansiedad y trabajar esa causa, no simplemente intentar quitarla. Muchas veces nos está avisando de algo que está ocurriendo en el proceso que necesitamos para a revisar y atender.
Vivir un proceso de fertilidad supone un esfuerzo emocional muy grande por todas las esperanzas que hay puestas en que salga bien. Siempre que nos importa mucho algo se despierta en nosotros esta ambivalencia: la ilusión y el miedo a que no funcione. De manera que, sentir esa ansiedad es completamente normal y, sabiendo que sentirla no es algo malo o inadecuado, podemos atenderla y ver qué necesitamos.
Te comparto estas claves importantes para atender la ansiedad:
- Busca apoyo emocional de tu entorno. Piensa en esa persona a la que sabes que puedes contarle cualquier cosa. Esa persona que cada vez que le cuentas sientes su mirada, su escucha y su abrazo. Ahí necesitamos que vuelvas en estos momentos, a esa persona que escuche incondicionalmente, sin juzgar.
- Psicoterapia. Si sientes que necesitas un cable y deseas encontrar ese espacio de escucha, apertura y cariño, te espero en Tu Senda Psicología.
- Reducir el aislamiento. A veces tendemos a aislarnos cuando las emociones se hacen muy pesadas y difíciles de llevar y sostener. Es importante que te permitas momentos de estar sola, pero también es importante que no sea todo el rato. Déjate sostener, estoy convencida de que hay espacios de cuidado para ti, vamos a intentar encontrarlos.
Aceptar que habrá momentos difíciles, pero que no estás sola ni sin recursos, es el primer paso para enfrentar la ansiedad con más fortaleza.
Conclusión: entre tanto procedimiento, volvamos a lo humano
El camino de la fertilidad puede traer mucha esperanza a quienes buscan un embarazo y al mismo tiempo es un proceso que puede llegar a ser agotador. Requiere de medicina, sí, pero también de mucha paciencia, flexibilidad y acompañamiento emocional. Es por eso que tenemos que intentar tener siempre presente la parte humana: la mujer que hay en el proceso poniendo su cuerpo y su vulnerabilidad al servicio de este proceso, así como la pareja que acompaña ante algo tan nuevo.
No te exijas estar bien siempre. No escondas el cansancio, ni la tristeza, ni la rabia. Permítete descansar, pedir ayuda, llorar si lo necesitas… y también celebrar los pequeños avances.
Y sobre todo, recuerda que ya eres suficiente. El resultado del proceso definirá un área muy importante de tu vida, pero no definirá quién eres, ni si eres o no suficiente.
Recuerda, ya eres suficiente.
Estás haciendo todo lo que puedes lo mejor que puedes. ¿Siempre se puede hacer más? No sé si hay algo más que puedas hacer, pero si sé que lo que haces ya es suficiente. Más que suficiente.
Honro todo ese esfuerzo, y te invito a que tú también honres ese esfuerzo tuyo que haces cada día que estás en este proceso.
Además, no necesitas recorrerlo en silencio. En Tu Senda Psicología nos puedes encontrar, acompañándote y estando cerca de ti durante este proceso.